lunes, 16 de abril de 2007

Un intendente que vive dibujado

El Vidalín fanático: hincha de SA y coleccionista de las caricaturas de “Malagato”

La política suele ser un espectáculo. A veces (las menos) estimula el aplauso y otra (las más) incita al tomatazo. Pese a todo, el show debe continuar y sI del “escenario” político hablamos el showman por excelencia es Carmelo. Hombre cuya idea de gobierno parece adaptarse a la siguiente idea: prefiero que se rían conmigo y no que lloren por mí. Aunque “hoy de política… ni hablamos…”


Por Diego Sebastián Maga
Todo un personaje del escenario político y –sorpresivamente- carnavalero. Si bien conviene no mezclar ambientes (lo que mata es la mezcla, dicen), este showman de la política nacional es capaz de convocar para su fórmula electoral a los mismísimos íconos culturales de “Cerro Ñato” (Juan Glorieto Bustamante y Romualdo “Chinchulín” Manrique) e incluso infiltrarse en el elenco estable de Sociedad Anónima.
En el mundo del Intendente de Durazno todo puede pasar. Nadie distingue bien donde termina la realidad y donde empieza la ficción.
Vidalín lleva una vida de locos (de los “lindos”, eh). Así que una entrevista con él puede oscilar, perfectamente, entre comentarios de hombres que se resisten a dejar de ponerse camisa de seda y otros que no tienen drama en probarse la camisa de fuerza. Fanático confeso de Sociedad Anónima y Queso Magro, tiene entre sus adicciones más irreversibles (y secretas) la literatura y las tiras cómicas: “no sé si usted sabía pero el diario Primera hora de San José es un medio que leo a menudo porque las caricaturas las hace la persona que máaas admiro...” (se refiere a Carlos Garateguy: el genial caricaturista duraznense que da vida -en la página dos de Ph- al no menos genial “Malagato”, de cuyo club de fans –presidido por Vidalín, obviamente- soy socio incondicional). “¡Carlitos es un grande con mayúsculas!... Es más, yo solo colecciono dos cosas: libros y sus caricaturas” (por si fuera poco, Carlos nos hizo el honor de ilustrar esta nota caricaturizando a los Gauchos Patones con el entrevistado).

¿Imaginó convertirse en uno de los personajes más populares de carnaval?
“La humorada sobre mí tiene mucho de cierto; yo hago política sin hacerla, trato de estar en todos lados y ellos (SA) me interpretaron maravillosamente y con una calidad contagiante. Son desopilantes.”

¿Quién está más loco, Carlos Barceló que lo invitó a actuar en el Teatro de Verano o usted que aceptó?
“Yo creo que los dos andamos con la misma temperatura. Me parece que tenemos la misma medida de chaleco de fuerza. Es más, si Carlos no me llamaba yo igual pensaba ir para darles un empujoncito porque soy hincha de Sociedad Anónima. Y más aún por el hecho de querer compensar un dolor que tenía en el alma porque “Queso magro” –la murga de mi barrio en Montevideo- había quedado eliminada de a liguilla. Entonces, esto que me pasó con SA es igual a cuando te larga una novia y al rato te empieza a dar corte una chica que está igual de linda o más.”

No se si sabía, pero después que apareció sorpresivamente en medio del espectáculo de SA en el Teatro de Verano, la gente sospecha -en cada nueva actuación- que está escondido por ahí y puede entrar en escena una vez más y subirse al escenario para volver revolear el poncho…
“¡Mirá si les aparezco en el Macció el viernes (por hoy)!…”

Con usted, eso nadie lo descarta…
“…Y no lo descarten nomás, Si bien tengo la entrega de unos premios de carnaval en Durazno yo soy un hombre de estar en varios lados a la vez.”

¿Ah sí?... Y eso para un hombre como usted es bien útil supongo…
(Risas) “El ciudadano común se sorprende y me pregunta: ¿es posible que esté en Durazno y Montevideo casi al mismo tiempo? Y sí… Estoy: a veces de 7.00 a 10.00 ando por Durazno, a las 12.00 me voy a una reunión en Montevideo y a las 16.00 vuelvo a Durazno o Sarandí del Yí. Mi vida es eso. Esto (la política) es una vocación muy profunda y calculo que el día que me falte que me enfermo.”

Ahora, viendo lo que rindió su mini actuación en carnaval, ¿no lo convocarán formalmente para entrar en el elenco estable de SA 2008?
(Más risas) “Sobre eso te puedo decir que el otro día SA estuvo en Durazno y yo no pude estar porque la presentación me coincidió con algunos compromisos; y sin embargo, a la mañana siguiente, un periodista de acá -que filmó todo- vino convencido a comentarme de lo bien que había estado en la actuación de la noche anterior. ¡Es increíble!... ¡Creía que era yo, en serio!… ¡Es in – cre – íble eso!”

Ya que hablamos de humorismo y actuación, ¿cree que en política es imprescindible tener algo de actor para ganarse la confianza de la gente?
“A mí lo que me ha dado resultado es ser auténtico. Yo soy tal cual como soy. En Durazno la gente me conoce con mis defectos y mis pequeñas virtudes y me acepta así. Lo fundamental en la vida es seguir siendo Pedrito y no transformarse en Don Pedro. Y eso tiene su vuelta: un día vamos a volver a estar en el llano y ojalá que cuando así sea tengamos más amigos que ahora.”

¿Y esa transformación personal, conforme se avanza en el poder, se da muy a menudo en política?
“Sí” (lo dice convencido) “Un maestro que quiero mucho, alguna vez me dijo que hay que saber distinguir entre los “amigos de la vida” y los “amigos del sillón”. Y cuando uno ocupa estos cargos circunstanciales hay muchos “amigos del sillón”. Entonces, lo que tenemos que tener es mucho sentido común e intuición para distinguir los unos de los otros.”

En un ambiente tan formal como la política, el hecho de que usted se presente en espectáculos humorísticos como el de SA, ¿no cree que puede hacer que la gente piense que es un político poco serio?
“Yo he recibido señalamientos de parte de algunos en ese sentido. A mí me parece que en esta sociedad se vive demasiado pendiente del “qué dirán”. Y la gente que piensa así, no es feliz. Yo soy feliz.”

¿O sea, su lógica en política se puede interpretar así: prefiero que se rían conmigo a que lloren por mí?
“¿Sabe una cosa?, yo de quien que más me río es de mí mismo. Yo quiero que me acepten así. Tengo la careta de mi personalidad. No me pongo otra para tener dos.”